22 ideas de escritura inspiradas en el tarot

El tarot se ha usado desde hace varios siglos para “adivinar” el futuro o ayudar a una persona a encaminar su vida. En lo personal, no creo mucho en esto, pero debo admitir que me atraen los simbolismos detrás del esoterismo porque puedo usarlos como puntos dentro de la trama o para darles profundidad a los personajes desde los posibles significados que tienen las cartas.

He compilado una lista de posibles ideas para que puedan explorar situaciones, escenas o incluso historias enteras, desde una única premisa. Cada carta tiene una idea que representa en mayor o menor medida su propio significado, algunas son literales, otras derivan de símbolos y otras desde la lectura de las cartas en forma inversa.

Utilicé los Arcanos Mayores de la baraja de Marsella por si quieren buscar las cartas e inspirarse desde sus imágenes. Cabe aclarar que debido esto, la numeración puede no coincidir con la de otras barajas.


  1. El Loco: Escribe sobre un grupo de amigos que se embarcan en una aventura imaginaria
  2. El Mago: Utiliza un personaje que se aproveche de las personas, ya sea vendiendo algo “milagroso” o engañándolas para robarles el dinero.
  3. La Papisa: Escribe una historia de misterio cuyo final sea abierto o ambiguo.
  4. La Emperatriz: Escribe sobre una madre sobreprotectora de su único hijo/a y lo que sería capaz de hacer con tal de siempre tenerlo/a a su lado.
  5. El Emperador: Relata la destrucción de un imperio desde el punto de vista de varios espectadores.
  6. El Papa: Inicia una historia con una boda.
  7. Los Enamorados: Haz que uno de tus personajes deba elegir entre su propia felicidad y el deber a su familia/país/comunidad.
  8. El Carro: Retrata a un personaje controlador, describe qué tipo de artimañas usa para tener personas dependientes de él/ella.
  9. La Justicia: Escribe una escena que detalle cómo un grupo de personas poderosas arma las bases de un imperio/distopía.
  10. El Ermitaño: Escribe sobre una persona que se ha aislado por voluntad propia en un lugar retomo y que de repente se vea forzada a socializar con alguien más.
  11. La Rueda: Haz que uno de tus personajes experimente una sucesión de situaciones desafortunadas.
  12. La Fuerza: Relata el momento preciso en que un personaje pierde la fe en sus creencias o en sí mismo/a.
  13. El Colgado: Haz que tu villano se reivindique de alguna forma, así sea por un momento.
  14. La Muerte: Escribe el final de tu historia desde el punto de vista de todos tus personajes.
  15. La Templanza: Haz que tu héroe y tu villano se vean obligados a trabajar juntos para vencer una amenaza mayor.
  16. El Diablo: Muestra porqué alguno de tus personajes sigue al villano de forma voluntaria.
  17. La Torre: Describe una situación que lleve a la ruptura de una tregua.
  18. La Estrella: Escribe sobre esa cosa o persona que le da esperanza a tu protagonista.
  19. La Luna: Escribe sobre una traición.
  20. El Sol: Elige una historia que ya hayas escrito y reescríbela desde el punto de vista de un niño/a.
  21. El Juicio: Relata una situación en la que uno de tus personajes defienda lo que es correcto, aunque le cueste todo lo que tenga o lo que sea.
  22. El Mundo: Empieza una historia desde el final y trabaja al revés.

¿Tienen alguna otra fuente de inspiración que se relacione con la simbología, los colores, los números, etc.? ¡Déjenmelo saber en los comentarios!

Reto de lectura 2019

Básicamente, reuní varios puntos de diferentes retos de lectura hasta formar una lista que me gustara lo suficiente como para animarme a leer más ficción. Este reto está entrelazado con el de Goodreads, 35 libros en 2019, más o menos.


EXTRAS
  • Uno de ciencia ficción
  • Una biografía 
  • Una comedia 
  • Uno con un nombre raro

DIY, una forma de resistencia


Siempre me han gustado las manualidades aunque no sea muy creativa o habilidosa: me quedan chuecas las hojas que corto con tijeras, embarro todo con el colbón y no sé hacer ni una línea recta. Sin embargo, disfruto mucho sacar tiempo para hacer collages o pequeñas bobadas que impliquen usar mis manos y mi cabeza y los colores. El sólo hecho de enfocar mi atención en un diseño me relaja y me aleja de los problemas. Es bueno para mi ansiedad. 

La primer cosa que prestara utilidad que hice fue una libreta que planeo usar en mi bullet journal (más de esto en otra entrada), y fue un reto porque iba a hacer una especie de encuadernación francesa que llevaba páginas cosidas. Soy horrible con la aguja y el hilo y estaba algo nerviosa pero después de unos cuantos pinchazos logré armar la estructura y sólo tuve que pegar las tapas de una portada forrada en tela para que fuera más duradera. 

Habiendo aprendido eso, me dediqué a reparar agendas y libros viejos que tenía en casa porque me parecía horrible que estuvieran en ese estado y el conocimiento que salió de ello lo atesoré para futuros proyectos (me ha venido muy a la mano para otras cosillas). Sin embargo, no había podido mezclar ambos procesos de forma exitosa porque siempre perdía el norte sobre lo que quería que llevar a cabo. Hasta que este año pude hacer mi primer “fanzine”. 

Los fanzines los vine a conocer en un trabajo de la universidad sobre el fandom como generador de espacios seguros para la comunidad LGBTQ+. Dentro de este contexto, fueron el primer vehículo de distribución del fanfiction y agrupaba historias con ilustraciones y apuntes sobre el fandom; de igual forma, las personas los utilizaban para transmitir poesía y cómics. Más tarde, me enteré que no sólo se limitaban a creación literaria, sino que obedecían a fenómenos culturales particulares y que seguían siendo vigentes en este siglo.

No tenía ni la menor idea de qué hacer, pero quería la experiencia de crear un fanzine propio, daba igual que no fuera a compartirlo con nadie más. Así que me puse hacer uno que pudiera abrir en momentos en los que me sintiera pérdida. Así nació Palabras Mágicas, un conjunto de frases propias y recogidas que uso cuando estoy en un día en el que me siento abrumada emocionalmente. Fue un proceso divertido porque fue hecho a mano por completo, las frases y los dibujos desprolijos le dieron un aire interesante al trabajo y me gustó tanto que incluso tengo más ideas descabelladas para hacer más fanzines con otras temáticas.

Buscando otras personas que compartieran el gusto por lo independiente y raro, me crucé el año pasado con Librería Mutante, una tienda en el pasaje comercial de mi ciudad donde se venden libros, entre otras cosillas. Allí ellos tienen trabajos de diferentes editoriales independientes y de autores que auto-publican y ofrecen un espacio de resistencia al fenómeno comercial de la literatura y el diseño.Comenzaron con donaciones de amigos y lectores, hasta que después de seis meses aplicaron al Plan de Lectura, Escritura y Oralidad de la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín con la buena fortuna de quedar seleccionados. A partir de ese momento se dedicaron a dar “talleres orientados a la iniciación de lectores en creación de poesía, narrativa e historieta”. El resultado fue una Antología Mutante, una recopilación de las historias creadas en estos espacios.

Finalmente, quisieron cerrar el proceso haciendo un último taller: uno de encuadernación de la propia antología creada allí mismo. Invitaron al público general y en un lapso de cinco horas, cada asistente armó una versión especial del libro para llevarse a su casa, pues la portada quedaba a elección del “dueño”, por así decirlo. 

La experiencia fue interesante porque retaba las “habilidades” manuales y estimulaba la creación. Ningún libro era igual, lo que incluso es más genial, porque hayamos participado o no en su creación, tiene un granito de nosotros. 

Creo que eso es lo que más me gusta de todo el asunto de crear tus propias cosas. Es un proceso de resistencia y de individualidad y estos espacios brindan las herramientas a las personas para no quedarse con el “fracaso” de no haber sido elegidos por una editorial para publicar o no tener los recursos propios para hacerlo desde una plataforma de ventas digitales. Es una oportunidad para los poetas, los pequeños escritores y los ilustradores, gente que no quiere quedar atrapada en la burbuja comercial, de mostrar su trabajo a los demás y de obtener ganancias totales para ellos. 

¿Les gustan las manualidades? ¿Alguna vez han encuadernado algo, sea una reparación o desde cero? ¿Creen que valga la pena auto-publicar tus cosas de forma tan “rústica”? Déjenme sus opiniones, me encantaría leerlas.

50 nombres de lugares hispanos (probablemente) ficticios


Una de las cosas más difíciles a la hora de ambientar historias de fantasía es, sin duda, inventar nombres, sea de personajes o de lugares. Dentro del género es bastante común encontrarse con nombres raros que no se pronuncian como se escriben porque los escritores se pueden dar el lujo de ser tan exóticos como quieran.

Cuando comencé a escribir mi cuento corto "La llave del alma" luché mucho para nombrar el lugar donde se ubicaba la acción porque quería que fuera original, pero que diera la sensación de ser familiar. Lo mismo me pasó con los personajes, aunque me fui por la ruta hispana para ser medio fiel a mi idioma y busqué en páginas con nombres de origen latín.

Sin embargo, seguía con el problema del nombre del lugar. Desde un inició supe que necesitaría crear un universo extenso aunque sólo fuera para escribir un único cuento porque quería darle riqueza a la historia a través de vistazos de la cultura, por lo que me di a la tarea de hacer una lista con lugares que fueran “hispanos” o al menos concordes al español porque no quería que fuera un trabalenguas en la boca.

Al final, sólo usé un puñado de nombres dentro de ese universo en particular, pero la lista continuó creciendo y como me parece un desperdicio que esté allí sin utilizar, les comparto unos cuantos para que los usen como quieran. Yo recomendaría agregar otras instancias a los nombres que identifiquen lugares en especifico como laguna, puerto, pueblo, bosque, río; incluso usarlos para nombrar edificios como tabernas, posadas, etc.

50 nombres de lugares hispanos (probablemente) ficticios

Abejorrito
Alcalá
Almerías
Altagracia
Altamira
Andaluz
Belmar
Bernal
Catarama
El Parangón
El Raizal
El Romeral
El Rosal del Mar
El Tícala
Ferreiro
Gatibonza
Granada
Guaimaral
La Caldera
La Colmena
La Gualí
La Honda
La Mata
La Ocarana
La Vega
Machado
Miraflores
Montecristo
Moreliana
Navarra
Nogal
Olmedal
Omir
Palermo
Paloquemao
Pichincha
Puerto Frío
Ríosucio
Salitre
San Blás
San Carlos
San Juan de Verona
Santa Mérida
Santa Uramita
Serranía de los Álamos
Sietepuentes
Sinaí
Tenche
Verdegal
Yarumita



























Espero que les sirvan estos nombres y que puedan usarlos o que los inspire para crear sus lugares ficticios. Y si tienen alguna forma particular de crear nombres (sea de personajes o lugares), ¡déjenla en los comentarios, me encantaría oírla!
 
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